LA CKUZ DE LA VICTOlilA. Madrid, 7 (á las 12l30 noche.) Bendiganibfí ú l;i diviiia I^rovideiicia. El profesor Ziemsson declaró A Don Jaime fuera de péligrOi En Madrid we ha òaiitado un solemne TeDcinn en acción de gracias. Wl Corresponsal. Los anteriores tclogramas fueron repartidos aypr i)or extraordinario á nuestros suscritores do la capital. A la hora de entrar cu máquina nuestro núinoro; no hemos recibido de Madrid el que diariamente nos remite nuestro corresponsal. frénica JoesiS. Consagrémonos á la amena literatura. Dejemos la faena fiel garrote para los novios agoviados por concerrada. O para los concejales silbados. Quien no maneja más que la pluma, no puede competir con los hércules de la maza. Leamos: "A fjuisa de prospectó remito ¡i V. el primer número." Esto promete. Lien quisiéramos que el autor tuviese la amabilidad de enterarnos de qné manera suelen los prospectos remitir los números. Sabido esto, teníamos ya averiguado cómo remito él el primero. ¡A guisa de prospecto remito! No debe haber mal guisado por aquí. Hojeemos. "Si las personas á cuyas manos llegue este primer número de la Revista de Asturias fueron eu su tiempo suscritores (pero, hombre; querría usted que lo fuesen en tiempo de Noé y su área?) del estinguido periódico del mismo título, observarán que la lista do colaboradores del actual contiene los mismos nombres que figuraban en la redacción y colaboración del primitivo, salvo los hueco bien lamentables que hizo la muerte l·s Y alguno más. Por ahí andan dos muy apreciables jóyonòB que figurabnii/eu iu lista de la ñe&iéta del mismo nombre, y no sabemos por qué han sido excluidos. Pero esto no nos importa. Lo que sí nos importa es ver cnanto antes el guiso que hace el autor con los redactores vivos y díFuntos. ".....Salvo los huecos bien lamentables que hizo la muerto en aquel apretado grupo de buenoS amigos que juntos estuvieróri durante largo tiempo en la ingrata tarea del periodismo do provincia;" ¿Le apoteco á. usted el periodismo do Madrid? " entonces lodos cooperaban á la obra común * Todos, es decir, tanio los que aún viven, como los que arrebato la muerte; esto es claro. "y' hoy á algunos años de distancia " ¡A algunos anos do distancia! Estos señores sin duda creen que; los aílos se miden con (¡I metro, corno las leguas. " todos auxiliarán fervorosamente n! compañero de siempre " ¡Todos auxiliarán! No puede ser. ¿Cómo han de auxiliarlo todos los que entonces cooperaban, si no todos viven? ¿No nos ha dicho usted que la muerto hizo huecos en el grupo? Pues, si espera usted que los muertos le auxilien ! Prosigue el prospecto. " no bastan favorables antecedentes para obtener el auxilio del público, es condición precisa /i/Y;/jrír ¡/ran re&lidad, y la de nuestra liei-isfa puede ponerse en duda razonablemente." ¡Pues, ya lo creo, hombre! ¿Quién no ha do poner en duda la realidad de su Revista de usted, si parece un engendro de imaginación calenturienta, ó parto natural de masa encefálica reblandecida? ¡Aquello do darse de cabezadas, el yunque y la bigornia! ¡Aquoüo do la cuenca con tapadera, cuando usted so volvió para ver detrás lo que había visto delante! Y digo que fué usted el queso volvió," porque el autor do aquel cuento no habrá escrito esas cosas. Dice usted más adelanto que la Ihiñsta antigua "estaba sostenida "económicaéintelectualiuente por una nutrida redacción." Area usted lo que son las cosas fuera do su lirgén Eso de estar la Revista sostenida económiúaiiwite, casi, casi quiere decir que estaba sostenida con escasez y miseria. De donde posultít quo i\n(i redacción nutrida tenía una Revista hambrienta. Estó resulta, por supuesto, contra la YOhmtád do usted. (Jomo me resultaría á mí si me pusiese ¡i hablar del arquilrabe. Que es pi'i'cisainente loque V. ha hecho en la Rccista Véanlo, véanlo ustedes. Aquí está el arquitrabe. He fija el escritor cu el hecho de quo nadie hasta ahora, apesar do los años trascurridos haya pensado en rcsuQÍtar la antigua. ttépiStp. "¿Msta circunstancia, pregunta, no os prueba también de (pie la revista de provincias no os sostenible sinó á costa do sacrificios, de trabajo y dinero; sacrificios que determinan una existencia fugaz á Cales publicaciones, siendo uu ejemplar raro la relativamente larga vida de la antigua Ueoista de Asturias?" Será ejemplar raro indudablemoiite fel que no advierta la contradicción que existe entre afirmar que la revisto, de provincias no es xodenihle sinó á costa de sacrificios, de trabajos y dinero, y decir á renglón seguido que esos mismos sacrificios determinan una existciciu Jnyaz á tales publicaciones. En qué quedamos, Sr. Director; esos sacrificios sostienen la vida do la Revista ó le determinan una fugái existencia? Esperamos la contestación. 'Mañana, á las cinco y media de la tarde, se reunirán los estudiantes do la Universidad, en el local sito eu los jardines de Goterón, con el objeto do discutir las bases de la Academia que so va á establecer. En el artículo 2.° do dichas bases se prohibo terminantemente toda discusión que directa é indirecía monto se refiera al dogma y á la política de actualidad. Ha ocurrido ayer una sensible desgracia cu la calle do Cimadevilla. Parece que un chicuelo do los muchos, que desgraciadamente se entretienen cu esta población, ensayándose en el aprendizaje de apoderarse de lo ajeno, se tomó la libertad de coger algo eu la tienda de un turroncro alicaritino, establecido por temporada eu dicha calle. El dueño del establecimiento arrojó al chicuelo, que huía, un cuchillo y se lo clavó en las espaldas. Así referían públicamenle el suceso, y no garantizamos lu exactitud do los pormenores. El herido fué curado en la botica inmediata y llevado después al hospital provincial. El suceso anteriormouto referido nos trae á la memoria otros quo so repiten con harta frecuencia en nuestra ciudad. Los expendedores de uvas, llamadas de Toro, son también víctimas de la rapiñas de la granuja de nuestras calles. Apostado el píllete cu sitio conveniente, da el asalto, cuando el vendedor anuncia á voz en cuello su mercancía. Nos parece que la vigilancia de la policía municipal pudiera evitar estas cosas, si se persiguiese á los que estas faltas cometen. Pero varias veces hemos visto á esos pillólos, discipulitos do Caco, dar vuelta á la esquina y permanecer tranquilos devorando la prosa. Cuando más, sufren una corrida delante del municipal del barrio, que no procura, como debiera, tomar el nombro del granuja para poder echarle mano en su propia morada. Ciertamente es molesto prender á un chiquillo, dar parte y y después es mucho más molesto aún oir á los parientes, amigos y allegados del padre ó madre del rapazuelo; poro es muy lamentable el concepto quo de la cultura, do nuestra población forman los que estas cosas presencian. Mañana publicaremos el extracto de la sesión última del Ayuntamiento. Santo DE hoy.— S. Soveriano y hermanos mártires. Gobernando el imperio de Roma DipcleciaUO; existían cu esta ciudad cuatro hermanos llamados: Soveriano, Severo, Carposoro y Victorino. Todos eran cristianos y santos, deseosos de sacrificar la vida por su Dios. Ilabiendo llegado esto á oidos del emperador, mandó se les obligase á adorar al dios Esculapio; mas, como rehusasen hacerlo, fueron condenados á sufrir el tormento de los azotes con plomadas; martirio cruelísimo, en ql cual murieron el día 8 de Octubre dèl año 300. Arrojados sus cadáveres á los porros, éstos, por un estupendo milagro, no se atrevieron á tocarlos; en vista de, que, los recogieron varios cristianos dándoles honrosa sepultura. — 213 — cu todas direcciones de las olas cristalinas y azuladas, que forman chorros, cascadas, y como una lluvia de diamantes y esmeraldas, hace que despidan vivísimos reilejos y cambiantes de luz: ráfagas luminosas y brillantes relámpagos azules y plateados, que cruzan por la bóveda do la caverna, y refrigen, se refiejan, so cruzan y se descomponen, formando mil variados matices en el ambiento aéreo de la gruta; al que so halla dentro y vuelve los ojos al rededor de sí, le parece estar cu medio del resplandor del paraíso, y se estasía, cual si le arrebatase la presencia de Dios y lo elevase en medio de sus divinos resplandores, mezclados con cierta oscuridad misteriosa que sirve como de fondo á los mil juegos déla azulada luz. Pero nada hay comparable á la ad- — 212 — la roca, se internaron en la caverna y volvieron á sentárselos casi asustados visitadores. Forma esa caverna una especio de templo circular, y su ámbito está tan completamente ocupado. perlas aguas del mar, que no deja la más pequelia orilla enjuta, ni la menor superficie de roca cubierta de musgo que sobresalga del nivel de agua, sinó que á modo de un vivero ó posquera, toda ella es mar. Así quo el visitador so pono do pie o:», la lancha y dirigola vista á la única entrada do la caverna, por la que recibo la luz, se presenta á su vista una verdadera maravilla, esto es, un color de záfiro muv brillanle, que hermosea las aguas y les da la apariencia de perlas azuladas y tan refulgentes, que los ojos jamás se cansan de contemplarlas con admiración. El incensante movimiento — 209 — levanta altiva las grandes masas do piedra de sus columnas y la majestad de sus templos. Allí Elisa, provista do un magnífico telescopio do Chcvalier, examinaba inmóvil y como estática los hermosísimos sitios de la Magna Grecia, de donde vino á Italia tanta gloria para las artes y las ciencias. Mas hacia el Poniente se elevan azuladas del seno do las aguas las Sircnusas ó islitas de las Sirenas, en donde en tiempo do los navegantes pelásgicos moraban aquellas encantadoras, que con su dulce canto, su agraciada hermosura y sus lisonjas, atraían á los incautos navegantes, cuando, como Clisos, no tenían una Circe prudente quo les advirtiese del engaño, aconsejándoles que se tapasen con cora los oidos y pasasen de largo sin acercarse á (an funestos lugares. Hallábanse á principios de Junio: