c 14 España Sag. Trat» mente. Como fuese, de. mucha prudencia r cuidá de: que estuviesen em uso las leyes estaBlecidas por el Rey Vamba los Sagrados Cánones.* Fué amante de la, misericordia y de la justicia, y procuré reprobar lo que: era malo r y elegir lo que era bueno* Menciona luego brevemente las calamidades que en su reynado padecieron los pueblos; Christianos por las guerras de Almanzor ; de quien dice fué el enemigo mas. fuerte y cruel que hubo en los tiempos pasados, ó habrá en los. venideros: s y atribuye todos estos males á los pecados del pueblo Christiano. Don Pelayo no siguió al Sitense sino en hacer á Don Ver mudo sucesor inmediato de Ramiro , y en asegurar que tomó pacíficamente posesión del Reyno de León. En lo demás se halla tan opuesto , que después de escribir que Don Vermudo fué indiscreto y tirano en todas sus cosas , le atribuye pecados , por los quales dice sobrevino á su Reyno la devastación hecha por Almanzor , y por su hijo Abdemelich. La primera culpa que cuenta del refer ido Prín, cipe ^es la de haber eucar·.ü'ii.^: LXXIV. Cap. L , celado, en un castillo , que se decía Prima, de Reyna , en los fines de Galicia ,; al Obispo de Oviedo Don Gudesteo, á quien tuvo aprisionado por tres años. Este delito del Rey fué causa de que el Salvador del, mundo , á cuyo santo nombre está dedicada la Iglesia de Oviedo ,, castigase al Reyno con tan gran sequedad ,. que ninguno podia, cultivar y sembrar la tierra. Viendo, esto algufios hombres: temerosos de Dios,, se presentaron al Rey , y le dixeron que ciertos varones santos habían tenido revelación de que por la gran ofensa que cometió encarcelando al Obispo Gudesteov se padecía aquel trabajo , y que no llovería sobre la tierra , ni cesària la hambre has^ ta tanto que pusiese en libertad al santo Prelado. Persuadido el Rey de estas palabras , envió sus mensageros á Don Ximeno, Obispo de Astorga , á quien estaba encargado el gobierno de la Diócesis Ovetense , y mandó que Don Gudesteo fuese restituido á su Iglesia; con lo que tuvo fin aquella triste plaga que tanto afligia á los -hombres. Ha sida desgraciado el Rey Don Vermudo en las plu-