VIII Uva de antes, aunque dándole además otro carácter que antes no tenia, el de parlamentaria. Porque en los siglos medios la aristocracia, el clero y los procuradores del Es bado llano pedian, y el Rey, que era quien en realidad regía la nación, otorgaba ó no otorgaba; mientras que en nuestros dias aquella se gobierna á sí propia por medio del Parlamento, sin que toque al jefe del Estado, monarca ó presidente, hacer otro papel que el de servir al país, haciendo que su voluntad se cumpla y que la vida jurídica y política se informe en los principios y aspiraciones que abriga en su seno la conciencia social. Esto significa la revolución de 1688 en Inglaterra, y eso mismo significan las revoluciones del siglo XIX en los demás pueblos,, y por eso hay tradicionalistas que rechazan la monarquía absoluta de los último» siglos; pero que repugnan igualmente el régimen parlamentario, contentándose con volver á la monarquía representativa de la Edad Media. Hay en la última, ciertamente, un elemento sano y de valor permanente, cual es, el principio de la representación que desconocieron las demoGraeias directas de la antimiedad , como lo niegan ó desnaturalizan ciertas agrupaciones ó partidos de nuestros dias; pero con él sólo se va á parar á aquellas luchas de los Reyes con los Parlamentos, que condujeron en todas partes al absolutismo, salvo Inglaterra, que á costa de no poca sangre, logró ser la única excepción de esta regla. Por eso conviene volver una y otra vez sobre este estudio para poner de manifiesto lo que aquella organización tenia de bueno yutilizable y lo que de incompleto, saliendo así al encuentro lo mismo de los que pugnan por restablecerlo, como si pudiera satisfacer ya á las exigencias de la política moderna, que de los que erróneamente estiman que el progreso pide el abandono del sistema representativo y su sustitución por el absolutismo ó por la democracia Es verdad que en el presente libro se estudia aquel período de doscientos años, en que lo que importaba en primer término era guerrear; pero, aparte de que la monarquía de Astúrias es el origen y la base de la de León, que reviste por completo los caracteres de la representativa durante aquella , en el reinado de Don Alfonso el Magno se celebró ya la primera Junta, no