40 tres miembros de la Comisión. Para SS. SS. , en lugar de venir aquí á aprovechar todos los momentos para hacer constar las aspiraciones de las Antillas y para que vosotros, hombres rectos y hombres dignos, venciendo las preocupaciones de partido, resolváis en último término lo que creáis conveniente; en lugar de aprovechar la oportunidad de presentarse el primer presupuesto de Cuba para lanzar una protesta contra la conservación de un vergonzante statu quo; en lugar de mantener la bandera levantada y de acogerse á la opinión de la Metrópoli frente á las dudas y los temores del Gobierno; en lugar de hacer todo esto, lo que nos cumple es plegar esa bandera, entrar en transacciones con el Ministerio, buscar en el secreto de la Comisión la manera de conseguir alguna pequeña ventaja á cambio de un mutismo absoluto respecto de las grandes reformas, y luégo darse públicamente los aires de haber conseguido una economía de 4 millones de pesos (¡qué es sin duda el precio de la libertad de Cubal) y de haber recabado á fuerza de tacto, de abnegación y de suprema habilidad concesiones que en todo caso sería preciso saber si no las hubieran alcanzado por sí solos los demás dignos individuos de la Comisión, independientemente de los cubanos, ó si se refieren á cpsas que se hubieran puesto en el primitivo proyecto con ánimo de abandonarlas á la menor exigencia, ó si, en fin, se han otorgado, nó en obsequio de SS. SS., sinó en vista de los prestamistas, cuyo concurso se reclama, y que naturalmente deben preocuparse de que el presupuesto no sea ilusión y Cuba quede en condiciones de solvabilidad. Pero ¿no ha llegado el Sr. Guzman á proclamar como patriótica la idea de apoyar á todos los Gobiernos, y no se ha. permitido S. S. el singular postulado de que son uno mismo el Gobierno y la Nación? ¡La Nación, que es lo permanente, y el Ministerio, que es. lo transitorio! De suerte, que, según S. S., ya lo sabe Cuba, no debe esperar reformas de España, porque el Gabinete del Sr. Cánovas del Castillo no está en camino de hacerlas. Me parece que este es un ministerialismo muy fuerte. Nos-