94 .'s-tl prueba en las producciones en todos géneros de estos siglos infelices. Pero en medio de esta noche obscura se advierte un punto brillante , donde todo el mundo venia a buscar la luz. Mr. Masson debia traer á la memoria que la España era el centro, donde se reunia entonces todo lo que restaba en Europa de conocimientos é instrucción. Los Arabes, que se establecieron en ella al principio del siglo VIII, comenzaron á cultivar las artes y ciencias. Su lengua había adquirido un grado de pureza y perfección, que daba á sus obras el atradivo de las lenguas mas cultivadas. Ben Maleek , i quien las Academias de estos tiempos llaman el maestro de la lengua Arábiga y de las bellas artes , fue considerado enu nces como el Príncipe de las gentes de las letras. Còrdova y Sevilla produxeron la mayor parte de las riquezas literarias, (i) Se vió apare- (i) D. Miguel Casiri nos ha hecho conocer rboo manuscritos Arabes del Escorial. Los Historiadores y Diccionarios de esta BN blioteca prueban que los Españoles Árabes de este siglo conocían el mérito de los hombres que producía su patria , y querían en ellos eternizar su memoria. Se nos han conservado los nombres de muchas mugeres sabias.