SAGRADA lüMINARIA, SECC. I. 23 do ti so! ya resplandece *. Y aunque alguna vez parece que el Santo alaba el zelo , y reprueba la simplicidad de algunas devotas mugeres en el asunto , solo reprehende la credulidad que en ellas pudiera caber , ó de que los Santos eran verdaderamente alumbrados con aquel material resplandor 2 , 6 que se aumentafia su gloria esencial. Después en defensa de ellas añade : » Esto lo ha>} cen en honor de los Mártires l que te im« porta? Quejábanse en otro tiempo los w Apostóles de que se desperdiciaba el unw güento ; pero fueron reprehendidos por la « voz del Señor. A la verdad , ni Christo «necesitaba de ungüento, ni los Mártires «de cirios. Con todo aquella muger hizo » esto en honor de Christo , y la devoción » de su espiritu es aceptada. Así qualesquie» ra que encienden velas , según su fe reci»>bensu galardón, enseñando el Apóstol, «que 1 Las palabras literales son : Hac fit Marfyribus, et idcirco recipiendum est. Nam et absque Martyrum reliquiis per totas Orientis Eccíesias quando legen-· diim est Evangeliutn , accenduntur luminaria jain solé rutilante. 2 Putabant Martyres his luminibus illustrari, dicen los Teólogos que exponen al Santo , y esta era la impericia , que objetaba Vigilando para apoyar su error.