6 bio tan repentino de ocupación, mostró Arguelles su aptitud de tal manera en su nuevo destino, que se granjeó el aprecio y estimación de todos sus jefes, que reconocieron su capacidad y lo general de sus disposiciones. Trató por aquel tiempo el príncipe de la Paz, á consecuencia de los consejos del embajador de Rusia y de las burlas de Napolon, de formar causa común con las potencias beligerantes, para lo cual deseaba de antemano ponerse de acuerdo con la Inglaterra. «Siendo el asunto espinoso y pidiendo sobre todo profundo sigilo,» dice el conde de Toreno, «determinó enviar á aquel reino un sugeto que dotado de las suficientes prendas no excitase el cuidado del Gobierno de Francia. Recayó la elección en D. Agustín Arguelles, designándole para tan importante comisión su jefe D. Manuel Sixto Espinosa. Al principio rehusaba D. Agustín aceptar el encargo por escrúpulos hacia la desacreditada administración de Godoy; pero la circunstancia de instarle su jefe, á quien estaba muy obligado, j acaso acariciando la noble idea de poder ser útil á su patria, le decidieron á aceptar.» Salió, pues, de Madrid á últimos de Setiembre de 1806, llegando á Lisboa sin que nadie trasluciese el verdadero objeto de su viaje. Estaba ya dispuesto á embarcarse, cuando se recibió allí una proclama del principe de la Paz excitando la nación á la guerra, aunque se cuidaba de no citar el enemigo, proclama que llamó la atención de las naciones y que previno desde luego á la Francia. Ante tales sucesos escribió Arguelles á Madrid creyendo ya inútil el viaje; pero á pesar de todo, se le ordenó pasar á Lóndres, donde su comisión no tuvo resultado por repugnar al Gobierno inglés entenderse con el príncipe de la Paz. Provechosísima fué para D. Agustín su estancia en Lóndres, porque el estudio de las instituciones de aquel país preparaba dignamente al hombre que había de ilustrar después la tribuna política de su patria y encaminar la nave del progreso hacia los mejores destinos. A poco de la subida de Fernando VII al trono se le expidió orden para que regresara á España, y al propio tiempo que se aprobaba su conducta, nombrábasele oficial primero de la Consolidación de Vales, con el sueldo de diez y ocho mil reales, por le cual se embarcó en Mayo de 1808, en un buque que debía hacerse á la vela